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Víctor Ballester Granell
Víctor Ballester Granell

Creación de
imágenes 3D

Las herramientas digitales de 3D permiten crear de la nada objetos y entornos tridimensionales para múltiples usos. El proceso de creación puede variar en función del objetivo, tiempo y programas utilizados pero, a grandes rasgos, se puede estructurar en los siguientes pasos: referencias, modelado, texturizado, cámara e iluminación. Para explicar cada uno de ellos, voy a poner como ejemplo la creación de un personaje.

1. Imágenes de referencia

Tener una referencia visual antes de comenzar a modelar un elemento específico puede resultar muy útil. Lo ideal es contar con varias vistas como la frontal, lateral y cenital. Si no es posible conseguirlas, se pueden realizar a modo de boceto como se muestra en la imagen.

Las referencias se colocan en el espacio tridimensional del programa con el que se esté trabajando, alineadas unas con otras y rodeando el espacio central reservado al objeto que se va a crear.

2. Modelado

El modelado puede llevar más o menos tiempo en función de su complejidad. Para elementos orgánicos como la cabeza del personaje de ejemplo, se empieza por hacer formas simples de pocos polígonos, ajustándolas progresivamente a las referencias colocadas en el paso anterior y aumentando la densidad poligonal en la medida que sea necesaria.

Con las herramientas actuales de esculpido 3D, se pueden generar toda clase de detalles en objetos que ya cuentan con una alta densidad de polígonos, como párpados, arrugas o las comisuras de la boca. En ejemplos de aspecto simétrico, también se aprovechan funciones como la simetría en el modelado, que permite trabajar los detalles de ambos lados de la cara a la vez.

3. Texturas

Para lograr un buen acabado en los objetos tridimensionales, es importante dotarlos de texturas acordes al objetivo del proyecto. Las texturas pueden configurarse con muchos parámetros como brillo, aspereza, reflejo o transparencia. También pueden incluir imágenes vinculadas de materiales reales que contribuirán a dar verosimilitud a un objeto que pretende mostrarse de forma realista.

Las texturas pueden ser muy útiles para aportar una mayor cantidad de detalle visual a los elementos que probablemente no tengan por el propio modelado, como pequeñas fisuras, manchas, oxidación, etc.

En el ejemplo de la imagen he utilizado colores planos en su mayoría, dando mayor cantidad de brillo a elementos como el pelo o, sobre todo, la montura de las gafas.

4. Cámara e iluminación

La cámara es una herramienta fundamental en un entorno 3D para determinar el punto de vista desde donde se capturan los elementos. Además de su posición, la distancia focal y el grado de desenfoque contribuyen a la percepción final del conjunto.

La iluminación la escena afecta mucho al resultado final, resaltando o disimulando los volúmenes creados además de enfatizar unas partes u otras. La iluminación puede variar enormemente si el entorno representado es un exterior soleado o nublado, así como si se trata de un espacio interior con luz artificial.

Para el ejemplo he usado una cámara frontal y 2 fuentes de luz a modo de paneles a ambos lados, regulando de forma distinta el color y la intensidad de cada uno para que el lazo izquierdo quede más iluminado mientras el derecho se remarque con un brillo en el borde de un color cercano al del fondo de la imagen.

Aunque el proceso de creación de imágenes 3D esté enumerado en este artículo, los pasos pueden variar, incluso teniendo que retroceder de uno a otro. Por ejemplo, la iluminación afecta al modo en que se visualiza una textura o los detalles de un modelado, por lo que es habitual volver a un paso que se daba por concluido para hacer reajustes.

La creación de contenidos 3D puede ir enfocada tanto a la representación de objetos reales como a elementos digitales destinados al marketing, ilustración, cine o videojuegos.